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Enfermedades y Hongos: Problemas de los jardines

Las enfermedades y los hongos son los grandes problemas de los jardines si no se hace un buen mantenimiento.

Problemas de los jardines:

La formación de césped en tepe pasa por una fase crítica tras su colocación en el terreno de asiento. Si bien, esta situación es especialmente delicada cuando las temperaturas superiores son extremas. En consecuencia, hay que prestar mayor atención al césped natural que se ha instalado. Los expertos afirman que los rollos de césped natural en tepes no se pueden considerar maduro hasta que no ha vivido su primer invierno y su sistema radicular ha alcanzado su desarrollo pleno.

Así pues, los dos problemas que pueden aparecer en las praderas (y no los únicos) son las enfermedades y hongos. Por tanto, el mantenimiento es especial durante la siguiente climatología:

  • Elevadas temperaturas unidas a vientos fuertes son la causa de la deshidratación y marchitamiento del césped. Aún es más grave si el riego no es eficaz. El caudal estándar suele ser de 5-6 litros por cada metro cuadrado, siempre y cuando el drenaje de la tierra sea correcto.
  • Elevadas temperaturas junto con el exceso de riego. Ello supone un riesgo importante para la aparición de enfermedades y hongos. Esto no quiere decir que tengamos que echar menos agua de lo normal, porque ello provocaría la sequedad del césped y, por ende, la muerte. Así, hay que buscar un caudal óptimo de riego para evitar que se produzcan ambas consecuencias.

Los hongos más populares durante el verano son: el Pithium y el Dóllar Spot. La mayoría de dichas enfermedades vienen provocadas por las altas temperaturas y sobre todo durante la noche, es decir, cuando las temperaturas nocturnas rondan los 21 y 27 grados centígrados unidos a periodos de humedad elevados. Son tan agresivos que en 48/72 horas es arrasado por todo el jardín.

Problemas de los jardines
Problemas de los jardines

La solución a estos problemas es un correcto mantenimiento del césped, es decir, no debemos regar en exceso ni tan poco, sobre todo cuando las temperaturas son altas. También, sería importante que durante los meses de verano se realicen tratamientos preventivos de enfermedades fúngicas.

Los síntomas para detectar estas enfermedades son manchas amarillentas en las hojas que van tomando un color muy húmedo. Posteriormente, se convierta en un color marrón rojizo.

En definitiva, los problemas de los jardines que hemos citado no son los únicos. Por desgracia existen multitud de factores que pueden causar graves enfermedades en el césped natural.

 

Abono en el césped natural

Abono en el césped natural. Uno de los pilares básicos para el mantenimiento es el abono en el césped natural. Estudiemos de qué nutrientes están compuestos los abonos.

Para mantener un jardín sano y buen estado debemos nutrirle un abono en el césped natural, es decir, un alimento que absorba el jardín para el crecimiento de la planta ornamental. Además, cuando veamos que el color del césped esté con un color verde apagado, casi amarillo, eso es por falta de abono en el césped natural.

Abono en el césped natural
Abono en el césped natural

Pues bien, los nutrientes que debe contener un abono en el césped natural son como mínimo el nitrógeno, que es el componente más determinante porque favorece el crecimiento de las hojas y, además, favorece el enraizamiento; el fósforo que favorece el sistema radicular (es la primera raíz que marchita tras la semilla, después surgen otras raíces secundarias) y el potasio que estimula el crecimiento.

Además de estos nutrientes químicos, existen otros menos importantes como son el magnesio y el  calcio (favorece el enriquecimiento del suelo), el azufre (mejora el color de la planta), entre otros.

Este tipo de abono complejo es ideal para el césped variedad trafic porque favorece el crecimiento de las semillas festuca arundinácea, ray grass ingles y poa pratensis. La cantidad a aportar de abono es sobre 2,5 kilogramos por cada 100 metros cuadrados y cada 4 semanas, sólo de los meses de marzo a noviembre. En concreto, el abono óptimo a aplicar es el 12-11-18.

En conclusión, una vez que realicemos la siega del césped natural sería buen momento de echar el abono. A continuación habría que darle un riego para la descomposición del granulado. El abono se tiene que repartir de manera uniforme, para ello existen abonadoras para superficies grandes. Para terrenos o jardines pequeños, podremos echarlo a mano teniendo bastante precaución de no echar excesiva en un lugar en concreto porque provocarían quemaduras.