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Consumo de agua del césped natural

Consumo de agua del césped natural
Consumo de agua del césped natural

El consumo de agua del césped natural es un aspecto muy importante que hay que procurar cuando realizas el riego del jardín ya que supone un importante ahorro para tu economía y para el medio ambiente. Como bien sabes, el agua es un bien escaso que debemos cuidar entre todos de manera sostenible. Para ello debemos seguir unos consejos sobre cómo gestionar el consumo de agua del césped natural.

En primer lugar, cuando instalemos rollos de césped natural en tepes debemos procurar instalar, antes de preparar el terreno y de plantar los tepes, un buen riego automático a través de difusores o aspersores y que éstos estén bien regulados. ¿Por qué no debemos usar la manguera? Por la sencilla razón de que el agua no cae de manera uniforme por todo el espacio verde y, por consiguiente, necesitaremos dar más agua para cerciorarnos de que toda la planta está húmeda.

En segundo lugar, los riegos, sobre todo durante el verano, no ha de hacerse en horas de sol porque provocará la evaporación del agua con el sol y, por tanto, la humedad del césped natural será mínima. Sin embargo, existe una excepción y es que en la primera semana de instalación de tepes, o 10 días, debemos dar tres riegos diarios por la sencilla razón de que lo que importa los primeros días es el enraizamiento.

Consumo de agua del césped natural
Consumo de agua del césped natural

Otros consejos sobre el ahorro en el consumo de agua del césped natural son: introducir sensores de lluvia que permitan desenchufar el riego automáticamente cuando empieza a llover. La base de un buen desarrollo en el crecimiento del césped es aplicar una mezcla de mantillo con arena de río y tierra vegetal durante la preparación del terreno. Además de esto, un césped cortado bastante bajo le dará más el sol y, en consecuencia, necesitará más agua. Por tanto, no siegues demasiado el jardín. Así, las hojas del césped más altas provocarán su endurecimiento y resistirán mejor al sol.

En cuanto al abono, existen nutrientes que requieren más agua como es el caso del nitrógeno. Así, debemos escoger aquel abono complejo que tenga un porcentaje de nitrógeno apto para césped. En Tepes Julián, usamos abono complejo con un NPK 12-11-18.  Por otra parte, las malas hierbas en el jardín compiten con el césped por el agua, el sol, por las sales minerales, etc. Por ello, cuanto más joven es la maleza antes debemos tratarlas con herbicidas.

Por último, existen variedades de césped que requieren menos agua. Una mezcla de semillas correcta hará que el césped necesite poco mantenimiento. En Tepes Julián, disponemos de una variedad llamada trafic que está formada por festuca arudinácea, ray grass inglés y poa pratensis. Es una variedad que se adapta a todos los climas y, por tanto, requiere menos agua.

En resumen, el riego es una parte fundamental para la supervivencia del jardín. Por ello, sin agua, el césped podría morir. Recuerda, también, que un exceso de agua podría provocar diferentes enfermedades en el césped natural como son los hongos.

 

 

 

 

Cuidados del césped natural

Cuidados del césped natural. Consejos sobre mantenimiento del césped natural. Aspectos a tener en cuenta en materia de abonos, riegos, árboles, suelo y animales.

Existen muchos jardines que se encuentran en zonas soleadas, otros que se encuentran en zonas sombrías y otros jardines, ambas zonas. Pues bien, debemos elegir aquella variedad que mejor se adapta tanto a su zona geográfica como al clima del área en la que resida. En cuanto aquél césped natural que se encuentre en zonas soleadas debemos procurar no segarlo demasiado puesto que podría abrasarlo. Además, no debemos regarlo en horas de sol porque evaporaría el agua. En cualquier caso, existen variedades como la bermuda o el paspalum que no soportan bien el frío y en los meses de invierno cambia de color al amarillo. Sin embargo, las zonas sombrías tienen un hándicap y es que no recibe luz solar durante el día. Para ello, la festuca y el ray grass son un tipo de césped resistente a estas zonas sin sol. Desde Tepes Julián recomendamos que se nutra al césped natural de más fósforo y potasio y menos de nitrógeno.

Cuidados del césped natural
Cuidados del césped natural

Por otra parte, en verano las lluvias suelen ser mínimas y por ello debemos seguir unas pautas para el disfrute de nuestro jardín de casa. Así, procurad regar el césped natural en su justa medida. Es preferible darle menos tiempo de riego con más frecuencia. También, debemos procurar no regar en horas de sol. Las mejores horas para realizar el riego es a primeras horas de la mañana y por la tarde. Aconsejamos, también, realizar las técnicas de aireación para que drene mejor el agua y se pueda oxigenar. Ajustemos el riego programado para poder ahorrar agua y dinero.

En cuanto a los orines de los animales pueden afectar al jardín porque se formen redondeles amarillentos imposibles de recuperar. Por tanto, procurad que los animales no hagan sus necesidades en el césped natural. Otra recomendación es nutrir al césped natural de abono complejo pero en su justa dosis, es decir, un exceso de abono daría lugar a quemaduras. Por el contrario, la falta de ello produciría la desnutrición de las plantas ornamentales. Así, consultemos la dosis recomendada por parte de los fabricantes. En Tepes Julián aconsejamos un NPK 12-11-18 y en una proporción de unos 2,5 kg por cada 100 metros cuadrados. Lo mismo sucede con los herbicidas para eliminar las malas hierbas.

Por último, la abundancia del agua provocará enfermedades y hongos en el césped natural en tepes. Así, debemos vigilar que no se formen charcos y gestionar el riego de forma correcta. También, la mala calidad de los suelos hace que el césped no enraíce perfectamente y, además, su supervivencia corra peligro. Así, el crecimiento puede ser nulo. En suelos de mejor calidad, aconsejamos que se realicen las tareas de aireación y escarificación para que drenaje sea mejor. Los árboles compiten en algunos casos con el césped natural. Así, debemos tenerlo continuamente podados.

 

 

Aireación y escarificación del césped natural

Mantenimiento del césped natural a través de la aireación y escarificación del césped natural. Maquinaria a utilizar para la aireación y escarificación del terreno.

El mantenimiento del jardín es fundamental para mantener el césped natural en óptimas condiciones de uso y disfrute. Para ello, en otras publicaciones hemos hablado de la siega, abono y riego como los tres pilares fundamental para un buen mantenimiento.

Ahora bien, vamos a dar un paso más allá y vamos a realizar las tareas de aireación y escarificación. Ambas técnicas son usadas por las mayorías de los profesionales durante los meses de primavera y otoño; son los momentos ideales para realizar estas actividades.

Tanto la aireación como escarificación permiten absorber el agua y los nutrientes fácilmente y, en consecuencia, oxigena el suelo; porque lo que trata ambas prácticas es realizar pinchados en el terreno (aireación) y eliminar los residuos orgánicos (escarificación).

La maquinaria que se usa para realizar la aireación del terreno son: horcas de mano con varias púas que solemos utilizarlo en jardines muy pequeños, rulo con púas para superficies algo más grande y, por último, las aireadoras profesionales que suelen aplicarse para campos deportivos.

Aireación y escarificación del césped natural
Aireación y escarificación del césped natural

Por otro lado, existen diferentes tipos de máquinas para realizar la escarificación. Podemos disponer de:

  • Escarificador de mano para jardines inferiores de 50 metros cuadrados, en este caso podemos usar, también, un rastrillo, pero es más trabajoso.
  • Escarificador manual rotativo o mecanizado: para terrenos de entre 50 y 100 metros cuadrados.
  • Escarificador con motorización: para superficies mayores de 100 metros cuadrados y menores de 500 metros cuadrados.
  • Escarificador con motorización térmica: para superficies mayores de 500 metros cuadrados.

Una vez realizado ambas técnicas, es un buen momento para nutrir al terreno de un abono enraizante para, posteriormente, echar las semillas y el recebo (en caso de que queramos resemillar). Éste consiste en esparcir sobre la superficie una mezcla de mantillo mezclada con arena de río o tierra vegetal.

En resumen, para realizar un correcto mantenimiento y para que no se nos escape nada, la planificación sería la siguiente:

  1. Siega
  2. Aireación y escarificación
  3. Resiembra
  4. Recebo
  5. Abono
  6. Riego