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Revisión de las malas hierbas en el césped natural

Cuando preparamos el terreno para plantar los tepes de césped natural, hay que procurar quitar las piedras grandes y las malas hierbas que existan para la mejor supervivencia del césped natural. Esto no quiere decir que luego no salgan en el césped ya que la aparición de malas hierbas sea por la calidad del césped natural, sino, también, por el terreno.

Por tanto, podemos definir las malas hierbas o malezas como la planta que nace en un sitio no deseado como, por ejemplo, en el jardín. Hay dos tipos, por un lado, los de hoja ancha y, por otro lado, los de hoja estrecha. Para evitar su crecimiento sería conveniente hacer lo siguiente:

  • Implantar tepes de césped natural. Las empresas productoras de este tipo de productos realizan tratamientos frente a esas malezas y, en consecuencia, el porcentaje de malas hierbas se ve reducido de manera importante.
  • La preparación del terreno es fundamental para evitar que nazcan esas hierbas. Una buena base de mantillo mezclado con tierra vegetal y arena de río en las mismas proporciones podía reducir las probabilidades de aparición.
  • La siega del césped ha de ser el adecuado. No es conveniente ni realizarla muy alta ni demasiada baja. La altura de corte recomendada es de 3 centímetros.
  • La cantidad de riego y abono ha de ser acorde con la variedad del césped elegido.
  • Arrancar las hierbas nada más nacer para evitar que se desarrollen.
  • Tratando con herbicidas. Hay productos para prevenir contra esas malezas y para curar.
Gestión de malas hierbas
Gestión de malas hierbas

Estas malas hierbas dan una sensación de abandono del terreno y del césped natural. La razón por las que hay que eliminarlas es porque compiten con el césped natural por el agua, el sol, el abono, etc. Suelen nacer por la baja calidad de la base del terreno, por daños producidos por animales, por las condiciones meteorológicas tanto el frío como el calor extremo. Además, la falta de mantenimiento del jardín puede dar lugar a esas hierbas.

Para gestionar las malas hierbas habría que seguir una serie de etapas para su planificación:

  1. Identificar las malas hierbas.
  2. Vigilar la actitud del césped.
  3. Gestionar adecuadamente el jardín.
  4. Seleccionar el herbicida adecuado para cada caso.

Por último, existen diferentes clasificaciones de herbicidas. Por un lado, los herbicidas sistémicos que penetran en la planta y, por otro lado, los herbicidas de contacto (destruyen las hierbas porque no dejan de realizar la fotosíntesis).

Otra clasificación puede ser:

  • Herbicidas Postemergentes: se aplican a posteriori
  • Herbicidas Preemergentes. Se aplica con anterioridad de manera de prevención.

Otoño: Mantenimiento del césped natural

El principal mantenimiento del césped natural se debe hacer durante los meses de primavera y verano. Sin embargo, durante el otoño, aunque el mantenimiento es menor, no debemos descuidar algunos aspectos.

En los meses de invierno como el mantenimiento del césped es menor, es verdad que conviene hacer un repaso a la maquinaria como el cortacésped, aireadoras, etc. Es necesaria una limpieza de las máquinas, reaprietes de tornillos, ajuste de bujías, engrases, etc. Muy importante vaciar los depósitos de aceite y gasolina.

Mantenimiento del césped natural en otoño e invierno

Como en los meses de calor, el abonado se lo debemos seguir echando hasta el mes de diciembre, aproximadamente. Luego, conviene paralizar el abonado para, luego, en marzo, empecemos de nuevo con el abono. Desde Tepes Julián recomendamos que se eche abono complejo con un NPK 12-11-18.

Como son meses donde tienden a empezar las precipitaciones, es fundamental controlar el riego del jardín. Así, si está bastante húmedo el terreno, sería buen momento de ir reduciendo la frecuencia de la siega y de los riegos. Tened precaución de no segar el césped natural mojado porque no será del todo eficaz.

Mantenimiento del césped natural
Mantenimiento del césped natural

Otras técnicas que se suelen realizar a principios de otoño son la aireación y escarificación. Además, es buena época para la plantación de los tepes (aunque éste tiene la ventaja de que se puede realizar en cualquier época del año) y la siembra de semillas. Estas acciones descritas anteriormente se pueden definir como aquellas prácticas que se hacen para dar oxígeno al suelo y, así, el drenaje sea perfecto.

Otra de las tareas que hay que hacer para el mantenimiento del césped natural en otoño y en invierno es si se producen heladas generalizadas, habría que realizar algunas pasadas con un rulo por todo el jardín. Además, a finales de ésta época del año sería conveniente de ir realizando la primera siega y de realizar tratamiento en materia de malas hierbas, hongos, etc.

Por último, otoño es el tiempo donde las hojas caen de los árboles. Con cierta frecuencia se han de ir recogiendo para que no perjudiquen al jardín de césped natural.

 

Funcionamiento de los sensores de lluvia

¿Cómo funcionan los sensores de lluvia? Ventajas para mantener un jardín sostenible gracias a los sensores de lluvia. Los sensores de lluvia es un aparato que se encarga de detener el riego automático cuando empieza a llover o de no iniciarse cuando está lloviendo. De esta forma, permite tener un jardín sostenible para el medio ambiente, a la misma vez el consecuente ahorro de dinero que esto conlleva, porque reacciona de forma rápida y permite ahorrar en el consumo de agua.

Las ventajas de estos sensores de lluvia son varias:

  • La despreocupación de estar pendiente del jardín es un aspecto positivo ya que si no te encuentras en casa, pues de manera automática se detienen los aspersores en caso de que haya precipitaciones como ocurre en los meses de otoño e invierno.
  • Ahorro en el consumo de agua y, por consiguiente, en la factura del agua.
  • Además, con estos accesorios estamos ayudando al medio ambiente para contribuir eficientemente con la naturaleza. Si mantenemos estas técnicas en un futuro, tendremos garantizado la sostenibilidad.

La fabricación de los sensores de lluvias se hace con materiales resistentes. Lo que pretende hacer estos sensores es regular el caudal del agua en un recipiente en el punto el cual se debe paralizar el riego de nuestro césped natural.

Funcionamiento de los sensores de lluvia
Funcionamiento de los sensores de lluvia

Su instalación es fácil y sencilla. Los sensores de lluvia están fabricados por materiales resistentes. Con ello se regula el punto de la cantidad de agua de lluvia que queremos que se detengan los aspersores, hasta unos límites.

Por otra parte, existen los pluviómetros manuales que nos informan de la cantidad de agua que ha caído en un espacio de tiempo. Esta medición la tenemos en cuenta para ver la cantidad de riego que le hace falta al césped natural. El inconveniente es que tenemos que preocuparnos del riego y echar los cálculos de la cantidad de tiempo de riego necesario.

Además de estos sensores de lluvia, existen otros sensores algo menos importantes para otro tipo de fenómeno atmosférico como son los sensores de caudal, sensores de viento, de humedad, de temperatura o de presión.

Por último, el supuesto inconveniente que puede tener los sensores de lluvia es el coste, que puede ser elevado. Sin embargo, en un periodo largo de tiempo podrá amortizarse por el ahorro de agua que ello supone.